La batalla de Fuentes de Oñoro se libró entre el 3 y el 5 de mayo de 1811. Tras duros combates y numerosas bajas en ambos bandos, los franceses -que habían conseguido que la guarnición de la fortaleza portuguesa de Almeida escapara del cerco aliado- se atribuyeron la victoria, grabando el nombre de esta localidad salmantina en el Arco de Triunfo de París. Los británicos, que aguantaron la posición en Fuentes de Oñoro, dedujeron que también habían ganado la batalla, así que dedicaron una de las calles de la ciudad de Londres a este municipio, dándole el nombre, como no, de “Fuentes de Oñoro Street”. Además, el gobierno británico llegó a emitir un billete de cinco libras conmemorativo, con la efigie de Wellington, que tuvo curso legal entre el 11 de noviembre de 1971 y el 29 de noviembre de 1991.
Un cómodo paseo a pie por las calles y estrechos callejones del antiguo Fuentes de Oñoro nos trasladará a la época napoleónica, ya que poco ha cambiado este lugar desde entonces.
La iglesia es el punto más reconocible y el lugar donde empezaremos la ruta. El monolito situado frente al templo recuerda a los caídos en la batalla, ya que junto a él se produjo un sangriento combate cuerpo a cuerpo entre las infanterías británica y francesa. Para llegar al siguiente punto, el mirador conocido como “La Torre”, hay que subir por la calle del mismo nombre y, al llegar a la primera curva a la derecha, no tomarla, sino continuar por una calle semiasfaltada para luego girar a la izquierda. Este paraje escondido nos desvelará unas vistas estupendas del camino por el que avanzaron los franceses antes de lanzar su ataque sobre la Villa.
Volveremos después a la iglesia y bajaremos por la calle principal, continuando recto por la calle Conrado Herrero hasta salir del pueblo, para encontrarnos de inmediato con la ermita de El Santo Cristo.
Volveremos sobre nuestros pasos hasta cruzar el arroyo y giraremos a la izquierda, bordeando la ribera del Berrocal, corriente que separó a ambos ejércitos durante buena parte de la batalla. No dejemos de admirar sus estrechos puentes de piedra hasta llegar al último, donde el camino nos conduce de nuevo al caserío, convirtiéndose primero en la calle Era, después en la calle Santa Bárbara y finalmente en la calle Teso. Seguimos por esta calle hasta salir del pueblo y tomamos la primera desviación a la izquierda, el camino a Freineda. Siguiéndolo durante cien metros llegaremos al último punto de nuestro recorrido, la Cruz de Santa Bárbara.
Uno de los edificios más antiguos de Fuentes de Oñoro es la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, del año 1230. Allí se produjeron los combates más duros de la batalla de Fuentes de Oñoro, cambiando el edificio varias veces de manos entre los días 3 y 5 de mayo de 1811.
Se dice que este templo fue profanado y que lo único que se salvó fue el copón, que el párroco Luis Silva recogió para llevárselo a la casa parroquial, lugar del que también fue sustraído, según relata el mismo párroco. Esta pieza forma parte del escudo heráldico de la Villa, junto a los tres árboles que existían en los alrededores de la iglesia, donde se dice que fueron ejecutados algunos soldados que cayeron prisioneros durante la batalla.
Un monolito conmemorativo se levanta delante de la puerta principal de la iglesia en memoria de las tropas aliadas que combatieron aquellos días de mayo.
Se narra que fue profanado, y que lo único que se salvó fue el copón que el párroco D. Luis Silva recogió para llevárselo a la casa parroquial, lugar del que también fue sustraído según relata dicho párroco. Esta pieza forma parte del escudo heráldico de la Villa, junto a los tres árboles que existían en los alrededores de la Iglesia, donde se dice que fueron ejecutados algunos prisioneros de aquella batalla.
Se trata de un mirador desde el que tendremos una excelente panorámica de las posiciones francesas durante su ataque a la Villa. Mirando hacia el frente, al otro lado de la línea del arroyo, veremos donde se asentaban los batallones que trataron de tomar el pueblo en repetidas ocasiones, llegando hasta la misma iglesia en su afán por desalojar a los aliados de su posición.
Siendo éste el lugar de reagrupamiento de las tropas francesas en sus repetidos intentos por tomar Fuentes de Oñoro, nos ofrece la perspectiva francesa de la batalla.
Los estrechos y característicos puentes de piedra que cruzan la ribera son testigos mudos del combate entre los aliados y los imperiales.
El común sentir de los ancianos del pueblo relaciona la cruz de piedra situada sobre el teso de Santa Bárbara, que forma parte del escudo heráldico de esta Villa, con la batalla de Fuentes de Oñoro. Y es que es el camino a Freineda el que nos marca lo que fue la línea de defensa aliada frente al ataque francés que llegó desde el sur el último día de la batalla.
Ruta
Ruta de la batalla de Fuentes de Oñoro
Duración
2 horas y media
Dificultad
Fácil
Contacto
635 839 610
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Revive la historia napoleónica en la provincia de salamanca